Resumen ejecutivo
Refrigerantes naturales y el cuidado del medio ambiente
El pasado mes de abril, luego de asistir a la reunión internacional del IIAR ( Instituto
Internacional de Refrigeración por Amoníaco en sus siglas en inglés), en Orlando USA,
los fabricantes e instaladores argentinos de equipamiento frigorífico industrial para
plantas alimenticias, bebidas y otros rubros, asesores e ingenieros relacionados con la
actividad del frío decidieron organizarse en conjunto para extender y promocionar el
empleo de este refrigerante natural por excelencia.
Dicho instituto con sede en USA pero con creciente presencia mundial a partir de
“Capítulos” que se establecen sucesivamente en diferentes países de los cinco
continentes tiene entre sus funciones principales recopilar y difundir normas técnicas
constructivas, ya sea de equipos e instalaciones, buenas prácticas operativas y
procedimientos en la emergencia, induciendo a la creación y aplicación legal de las
mismas en los países donde el amoníaco tiene una fuerte presencia.
Gracias a su nulo efecto sobre el medio ambiente, ya que no destruye la capa de ozono
(cero ODP) y nulo efecto invernadero (cero GWP), este refrigerante cuyas
denominaciones son NH3 o R717, está presente en el 90 % de las plantas productoras de
alimentos perecederos y bebidas carbonatadas en los países desarrollados y en los
principales de América Latina como Brasil, Argentina, Colombia, México y Chile y con
una presencia creciente en los sistemas de aire acondicionado en los países europeos,
Usa y Japón a través de sistemas de carga justa y fluidos intermediarios, como el agua y
los glicoles, en ciudades densamente pobladas.
El NH3 es de fabricación nacional, no es ni ha sido nunca necesario importar un kg, a
diferencia de los refrigerantes sustitutos de los freones, mal llamados “ecológicos” que
son sintéticos, no naturales, de composición química (HFC), 100 % importados y muy
costosos.
En nuestro país los factores que aceleraron el trabajo en equipo del sector mencionado
no fueron precisamente impulsar ya mismo la conformación del “Capítulo Argentino del
IIAR” aunque ese propósito está en la mira a mediano plazo. En lo inmediato se debió a
dos aspectos trascendentes:
Por un lado las dificultades que se perciben de los usuarios de sistemas de amoníaco,
que son cerca de tres mil empresas alimenticias desde las de marcas de primer nivel
hasta cualquier quesería en la cuenca láctea de la provincia de Córdoba o una
procesadora de frutillas en Coronda (Sta Fé) o un frigorífico caprino de la Patagonia, en
poder comprar legalmente el amoníaco para cargar o reponer pérdidas en sus sistemas,
con engorrosos trámites ante el Ministerio de Seguridad ( hasta hace dos meses en
Sedronar), con comparecencia personal de dueños o CEO´s debidamente autorizados
ante la autoridad policial de su jurisdicción, ya que el amoníaco está en la lista de
precursores químicos con el que se puede fabricar estupefacientes. Un dato lo expresa
por si solo: el expediente a completar por cualquier industria tiene cerca de doscientas
carillas y es de renovación anual.
En este aspecto el grupo conformado se orienta a conocer a través de los organismos
de investigación como el INTI, el CONICET, etc. qué cantidades de NH3 podrían ser
necesarias para fabricar en nuestro país, ilegalmente dichas sustancias, habida cuenta
que existen aproximadamente seis mil toneladas de NH3 confinadas en los distintos
sistemas frigoríficos y que la carga de nuevos sistemas y reposición de los existentes
representa anualmente solo del 5 al 10 % del NH3 que se utiliza para producir
fertilizantes como por ejemplo la urea. Algo así como apuntarle a un mosquito con un
cañón.
¿Podrían entonces aplicarse otros métodos de control por parte de la autoridad
competente mas eficientes, mas simples, sin afectar tanto las actividades de tres mil
empresas que utilizan el refrigerante de menor consumo energético que existe en el
mundo para desarrollar competitivamente sus actividades ?
La segunda inquietud y de extrema vigencia actual es que el reacomodamiento de
tarifas energéticas implementado por el gobierno demanda puertas adentro de las
empresas analizar y reconfigurar los sistemas para hacerlos mas eficientes y entre ellos
la refrigeración, ya sea aplicada directamente al producto como el enfriamiento o la
congelación como además a la necesaria climatización aséptica de salas de elaboración,
trozado, envasado , etc.
En última instancia, el grupo desea ayudar a formar conciencia entre las autoridades
comunales, provinciales y nacionales, como en la ciudadanía en general, que la
habilitación de sistemas de frío por amoníaco, no representa un riesgo mayor que el
empleo de cualquier otro refrigerante ( los sintéticos como el R134 A y el R404 A tienen
altísimos valores de “efecto invernadero”) si el sistema está debidamente construido,
con apego a normas técnicas específicas, empresas y servicios debidamente
acreditados y entrenados como, por ejemplo ocurre con cualquier instalación de redes
de gas natural.
Participantes del Grupo
De Izquierda a Derecha Jorge Costa (Mayekawa) Horacio Ansaldo, Fernando Swecz (Frio Raf), Marcelo Modenesi (VMC),
Marcelo Sierra (Thermofin), Dario Adur (Conplac), Luis Adur (Grupo Gen). Abajo : Florindo Barucca (Conplac), Ale Adur
(Bombadur), Carlos Frontaloni (Asemfi)